Disciplinas espirituales P3
La Adoración
Texto Clave:
Juan 4:23 – “Los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad.”
- La adoración es enfocarse en Dios
Apocalipsis 4:11
“Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas…”
Apocalipsis 5:12
“El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.”
Reflexión:
Adorar no es pensar en nosotros, sino dirigir nuestro corazón hacia quién es Dios y lo que ha hecho. Es quitar la atención de nuestras necesidades y enfocarnos en Su grandeza, santidad, poder, amor y fidelidad.
Para el grupo:
- ¿Qué atributos de Dios te llevan a adorarlo?
- La adoración es una respuesta a Dios
Adorar es responder con gratitud y entrega a lo que Dios ha hecho por nosotros.
Frase clave:
“Tal vez no hemos recibido todo lo que pedimos, pero hemos recibido de Dios mucho más de lo que merecemos.”
Aplicación:
La verdadera adoración brota de un corazón agradecido, no de circunstancias perfectas. Aun en medio del dolor o la escasez, podemos adorar porque Dios sigue siendo bueno y digno.
Dinámica sencilla:
Cada persona menciona una cosa por la cual puede adorar a Dios hoy, aunque haya tenido una semana difícil.
- La adoración se hace en espíritu y en verdad
Juan 4:23
“Los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad…”
Espíritu = desde lo profundo del corazón, con sinceridad, sin hipocresía
Verdad = basada en la Palabra de Dios, no en emociones vacías ni en apariencias
Aplicación:
No se trata de cantar bonito o levantar las manos, sino de tener un corazón honesto delante de Dios y alineado con Su verdad.
Pregunta:
¿Has sentido que a veces solo “sigues el momento” sin realmente conectar con Dios?
- La adoración es tanto pública como privada
Lucas 4:16 – Jesús adoraba en público: “Como era su costumbre, fue a la sinagoga el día de reposo…”
Mateo 6:6 – Jesús enseñó a orar y adorar en lo privado: “Entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre…”
Aplicación:
Adoramos en la iglesia, en el grupo en casa, pero también en casa, solos con Dios. Ambas expresiones son importantes y necesarias.
Desafío:
Esta semana aparta un tiempo personal para adorar sin prisa. Puedes hacerlo con música, en silencio, con un salmo o con tus propias palabras.
- La adoración es una disciplina que debe cultivarse
Participar solo en la prédica y “no conectar” en la adoración es un error común.
La adoración requiere disciplina, intención y un corazón dispuesto.
Frase para recordar:
“El simple acto de estar presente en un momento de adoración sin realmente adorar… es una experiencia vacía.”
Idea práctica para el líder:
En tu grupo, anima a empezar con una canción o un tiempo de adoración reflexiva. Puedes poner música instrumental, leer un salmo en voz alta o simplemente orar juntos.
Conclusión:
La adoración no es solo cantar. Es responder con todo nuestro ser a la grandeza de Dios. Es un estilo de vida, no un evento. Adoramos en comunidad, pero también cuando nadie nos ve. Y sobre todo, adoramos porque Él es digno.