Disciplinas espirituales P5
El Servicio — Una Respuesta Genuina al Amor de Dios
Texto base: Mateo 20:28
«El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir…»
- ¿Qué significa servir a Dios?
Servir a Dios no es un simple voluntariado o un «extra» espiritual.
Es una respuesta profunda y activa a lo que Dios ha hecho en nosotros.
No se trata de cumplir una cuota o pagar una deuda, sino de poner nuestra vida al servicio de su voluntad.
El servicio a Dios no es un pasatiempo.
Es una prioridad.
Jesús mismo lo modeló en su vida y ministerio.
- Cada cristiano está llamado a servir
El servicio no es solo para algunos “más comprometidos”, sino para todos los que hemos sido salvados por gracia.
La motivación correcta es fundamental. A continuación, repasamos algunas de las principales razones que nos deben mover a servir.
Motivado por obediencia
Deuteronomio 13:4
«Solamente al Señor tu Dios seguirás, y a Él temerás; guardarás sus mandamientos, escucharás su voz, le servirás y a Él te unirás.»
Dios nos llama a obedecerlo.
Servir es parte de esa obediencia.
No lo hacemos solo cuando “sentimos ganas”, lo hacemos porque Él lo pide y nosotros lo amamos.
Motivado por gratitud
Cuando servir parece difícil o rutinario, recordar todo lo que Dios ha hecho por nosotros es un gran motor.
- ¿Nos sentimos cansados?
- ¿Desmotivados?
- ¿Subestimados?
Volver a la cruz y recordar su obra nos renueva.
Romanos 12:1 – “Presenten sus cuerpos como sacrificio vivo… es vuestro culto racional.”
Motivado por alegría
Salmo 100:2
«Servid al Señor con alegría.»
El servicio no debe ser forzado ni con cara larga.
Debe nacer de un corazón que disfruta honrar a Dios.
El gozo es parte del fruto del Espíritu, y debe estar presente en nuestra actitud al servir.
Motivado por el perdón, no por culpa
Isaías 6:6–8
Después de ser perdonado, Isaías dijo: “Heme aquí, envíame a mí.”
Servimos porque somos perdonados, no porque sintamos culpa.
La gracia nos impulsa a hacer algo por otros, no como castigo, sino como propósito.
Motivado por humildad
Juan 13:12–16
Jesús, sabiendo que venía del Padre, lavó los pies de sus discípulos.
Mateo 20:28
“El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir…”
El verdadero líder en el Reino de Dios sirve primero.
Pregunta clave para el grupo:
¿Dónde puedo bajar la cabeza y servir sin buscar reconocimiento?
Motivado por amor
El amor a Dios se refleja en nuestra disposición a actuar por Él.
- Mientras más amamos a Dios, más queremos vivir para Él.
- Mientras más amamos a los demás, más dispuestos estamos a servirles.
Gálatas 5:13 – “Por amor, servíos los unos a los otros.”
Motivado por los dones espirituales
Dios nos ha dado dones con propósito.
- Todo creyente ha recibido al menos un don espiritual.
- Ese don está orientado al servicio.
- No es para nuestro beneficio personal, sino para edificar a otros.
1 Pedro 4:10 – “Cada uno, según el don que ha recibido, minístrelo a los otros…”
Conclusión
El servicio no es una carga, es un privilegio.
Es una forma práctica y poderosa de manifestar el amor de Dios al mundo.
El que no sirve, se estanca. El que sirve, crece.
Desafío para esta semana:
Pregúntate: ¿Estoy sirviendo con la motivación correcta?
Habla con tu líder si deseas encontrar un lugar donde puedas usar tus dones.