Atributos de Dios – la bondad de Dios

0 Comentarios
  1. Entender el principio

Cuando decimos que “Dios es bueno” no hablamos solo de una cualidad superficial, sino de la esencia misma de su ser. Su bondad es perfecta, infinita, inmutable y activa. Es su corazón generoso, su ternura, su disposición constante de hacer el bien. Dios no solo tiene actos bondadosos, Él es la fuente de toda bondad.

 

  1. Lectura guiada

Lectura base: extracto del capítulo sobre La bondad de Dios

“La bondad de Dios es la única razón válida para la existencia, la única razón que subyace tras todas las cosas… Él ‘convirtió nuestra culpa en eterna adoración’.”

 

  1. Versículos + Interacción + Aplicación práctica

 

Salmo 34:8 – «Gustad, y ved que es bueno Jehová»
Pregunta: ¿Qué significa «gustar» la bondad de Dios? ¿Cómo se ve eso en tu vida diaria?
Aplicación: Este versículo nos invita a experimentar la bondad de Dios activamente. No se trata de conocer una doctrina, sino de saborear su presencia en nuestras decisiones, en la provisión diaria y en la paz que nos ofrece.

 

 Salmo 119:68 – «Bueno eres tú, y bienhechor»
Pregunta: ¿Crees realmente que Dios es bueno, incluso en tiempos difíciles?
Aplicación: En momentos de dolor o incertidumbre, recordar este versículo puede ayudarnos a confiar en que Dios no solo es bueno, sino que obra con bondad hacia nosotros.

 

 Isaías 63:7 – «De las misericordias de Jehová haré memoria…»
Pregunta: ¿Qué cosas buenas ha hecho Dios en tu vida últimamente que podrías compartir con el grupo?
Aplicación: Recordar y declarar lo que Dios ha hecho fortalece nuestra fe y testimonio, y nos ayuda a no olvidar que su bondad es constante.

 

 Mateo 7:11 – «…¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?»
Pregunta: ¿Cómo influye tu imagen de Dios en la forma en que oras?
Aplicación: Si lo vemos como un Padre bueno, se transforma nuestra vida de oración: pedimos con confianza, esperamos con esperanza y agradecemos con gozo.

 

Hebreos 4:15-16 – «…acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia…»
Pregunta: ¿Te sientes cómodo acercándote a Dios con libertad? ¿Por qué sí o por qué no?
Aplicación: Su bondad nos abre las puertas de su trono. No somos recibidos con juicio, sino con misericordia. Esta verdad nos transforma y nos anima a vivir en comunión constante con Él.

 

  1. Reflexión final

La bondad de Dios no es solo una idea teológica, es una verdad vivencial que define toda nuestra relación con Él. Nos creó, nos perdonó, nos sostiene y nos promete estar con nosotros siempre… todo por su bondad. Esta bondad, manifestada en Jesucristo, es el corazón del evangelio. Él se hizo hombre, vivió entre nosotros y dio su vida para demostrarnos que Dios no está distante, sino profundamente comprometido con nuestro bienestar eterno. Su bondad nos invita a la confianza, a la gratitud y a vivir una vida que refleje su naturaleza.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.